Mujer... tan cándida y tan rebelde, tan angelical y tan traviesa, tú, la que arranca sonrisas en medio de lágrimas, la que calma un río revuelto, la que cura las heridas más profundas.
La que puede ser muchas a la vez y todas tan perfectas como ninguna... madre, amiga, compañera, hija, hermana, amante, pero ante todo, mujer. Guerrera, valiente, sensible, alegre, emprendedora, decidida... siempre mujer.
Tú, que traspasas barreras, retas al destino, al tiempo, a lo imposible, tú que suavizas las corazas más difíciles, alientas al vencido, invades de ternura los espíritus caídos y transformas con tus caricias lo turbio en blancura.
Por ti mujer, el hombre rompe esquemas, cruza mil mares, hace de su reflejo un paradigma, lucha contra los dragones más invencibles, resiste tormentas, traspasa muros, por tu calidez, por tu belleza, la del alma y la que reflejas en tu rostro, por ti vale todo, inventarse la más hermosa aventura de vida para tener un infinito de cosas que contar y repetirlas con orgullo las veces que alguien pregunte: - ¿Y ella quién es? - ¿Ella? ¡Ella es una gran mujer!
Autora: Ana Rivero F. (Venezuela)
No hay comentarios:
Publicar un comentario